- Ante incremento de violencia, enfermedades crónico-degenerativas y altos costos del servicio. De 10 mil a 100 mil pesos cuesta dar sepultura a un ser querido
Elena Rojas, Zamora
Las funerarias locales representan un negocio cada vez más redituable, ante el incremento de violencia, las enfermedades crónico-degenerativas y los altos costos del servicio, señaló Ramón Ramirez, encargado de la funeraria Santa Elena, con 50 años de existencia en esta ciudad.
En Zamora la última morada no solo representa un fuerte golpe emocional, sino que impacta notablemente en el bolsillo del familiar del difunto. Una persona de la clase baja llega a gastar por un servicio completo: 10 mil pesos; 25 mil pesos una de la clase media y una de la alta sociedad 50 o incluso más de 100 mil pesos.
Y es que el proceso no es sencillo, contempla gastos de certificado médico de defunción, acta de defunción, permiso para sepultar o cremar, velación (capilla o domicilio), ataúd, los candeleros, en ocasiones se solicita embalsamar el cuerpo (mil 500 pesos o más cuesta este procedimiento, dependiendo si requiere necropsia, autopsia o fue muerte natural), servicio de carroza, café, galletas, flores, de acuerdo a lo que solicite el cliente incrementa el precio, sin embargo los precios estándar son los señalados, de acuerdo a la capacidad monetaria del familiar. Además del impuesto por el espacio para permanecer en el panteón.
Dijo que son más demandados los ataúdes de madera que de metal. Sobre todo de pino, caoba, cedro y nogal, “los de maderas finas tienen un mayor costo. Diciembre es el mes con mayor mortandad”. Comentó que la cremación ha ido incrementando, pues el 50 por ciento de los servicios que brinda, opta la gente por incinerar el cuerpo del familiar (3 mil 500 costo en el crematorio municipal), “el precio del servicio es casi es similar . Más bien la gente está optando por esta alternativa por cuestiones meramente religiosas, pues quieren resguardar los restos de su familiar en un templo”.
Por ello han ido incrementando estos establecimientos, sobre todo en el primer cuadro de la ciudad así como del Calvario a la Juárez e incluso en el Teco, considerado un espacio cultural. Comentó que mientras hace 10 años había alrededor de 7 funerarias. Actualmente ya suman más de 20. Algunas de estas incluso no cumplen con la normativa, pues no están dadas de alta en Hacienda, ni con su licencia municipal o bien, carecen de su permiso de salubridad o su dictamen de protección civil. Por lo que las autoridades deben regular esa situación, finalizó.