Carlos A. Montaño.
La desaparición del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) en México, es uno más de los caprichos del actual mandamás de Palacio Nacional; eliminarlo no fue la mejor opción, si bien es cierto que todos los Gobiernos cometen actos de corrupción envanecidos por el poder y el dinero.
En México los desastres naturales como tormentas, huracanes, ciclones, incendios forestales, sequías, sismos y muchos otros más, se dan de manera cíclica, de ahí que es necesario contar con mecanismos y programas que puedan atender de manera inmediata este tipo de emergencias, sobre todo con recursos.
Desde 1997, el Fonden ha tenido señalamientos de un dudoso manejo de los recursos, como la mayoría de los programas de atención a las y los mexicanos; el Fonden en sí, era bueno, tal vez le faltaba una revisión exhaustiva de la aplicación de los recursos y poner candados, así como transparentarlos y evitar partidas secretas bancarias.
Hace cuatro años, la organización México Evalúa, informó que, en 15 auditorías de la Auditoria Superior de la Federación, se encontró un presunto daño al erario por 4 mil 180 millones de pesos de un monto total de 17 mil 827 millones.
De ahí que, en nuestro país, es necesario anular el secreto bancario, publicar todas las cuentas de programas y acciones de Gobierno; así como transparentar de manera total y absoluta todas las inversiones y gastos que ejecuta el Gobierno Federal a través de todas sus dependencias.
En los últimos 2 años, miles de hogares del país han sido devastados por severas inundaciones, así como las vías carreteras y la infraestructura eléctrica y de servicios; el Gobierno Federal, ha sido incapaz de brindar una atención inmediata a las familias y ha tenido en el abandono a las mujeres y los hombres del campo, que han perdido miles de hectáreas de cultivos.
En los medios de comunicación hemos visto como en pocos minutos, cientos de familias han perdido sus patrimonios que han forjaron en muchos años y la ayuda nunca llega, sólo llega a donde los reflectores apuntan; el actual Gobierno, prometió estar al lado de los menos que tienen y ha sido el que más lejos ha estado de la gente, y peor aún, se ha dedicado a dividir al país; además de fomentar las dadivas a personas de la tercera edad y a los ninis, para conservar una base electoral.
En Michoacán, las últimas tormentas han causado severos daños a la infraestructura carretera de la Costa Michoacana y de la Tierra Caliente, cientos de hogares han sido dañados en municipios como Lázaro Cárdenas, Aquila, Coahuayana, Arteaga, Tumbiscatío, Chinicuila, Coalcomán, por citar algunos.
Lo mismo sucede en la agricultura michoacana, más de 10 mil hectáreas de cultivos están dañados y no hay respuesta de apoyo de la Federación, tan sólo más de 2 mil hectáreas de plátano han sido de daño total. En México tenemos una autoridad parlanchina, sólo habla y habla en sus mañaneras y poco hace; hasta el momento sus dadivas en becas le han funcionado, ¿hasta cuándo? Hasta que el pueblo despierte, porque mi pueblo perece por falta de conocimiento, dice la Biblia en Oseas 4:6.