Elena Rojas, Zamora
La última morada representa un gran gasto: sí, morir es caro, evento para el cual poca gente está preparada y cuando llega implica realizar trámites burocráticos que incrementan el gran dolor ante la pérdida de un ser querido, así lo consideró el licenciado Ramón Ramírez, encargado de la funeraria con razón social Santa Elena.
Agregó que solamente una de cada diez personas aparta “su estuche”; el resto prefiere dejarlo en manos de quienes le sobreviven.
Desde hace 40 años Ramón Ramírez se dedica al servicio que pocos o nadie quisiera recurrir, “es muy raro que alguien venga y aparte su caja, porque lo que menos queremos es morirnos, nadie hace planes para eso, los preparativos los empiezan hacer los familiares cuando ven que un miembro del hogar o gente muy cercana a ellos ya está muy grave en el hospital, o incluso el mismo día de haber fallecido la persona vienen a contratar el servicio, no es parte de nuestra cultura”, abundo el fúnebre.
Dijo que el precio de la muerte resulta ser costoso, pues tan sólo una caja metálica hermética simple oscila de un mil 500 a 3 mil pesos, según el diseño; asimismo un ataúd de madera barnizado tiene un costo de 4 mil pesos y el baúl más económicos es de madera forrado de tela, con un precio de mil pesos.
Destacó que estas se pueden diseñar en maderas como son el pino, el cedro, el nogal y la caoba y que los fabricantes que les surten a las 20 funerarias que hay en Zamora generalmente son carpinteros de Cotija, toda vez que es el municipio que más produce estos diseños lúgubres.
Añadió que un servicio completo que incluye la caja, capilla de velación, carroza y entierro el más caro oscila en un precio de 18 mil pesos y el más económico 6 mil pesos, esto aunado a la serie de trámites que se solicitan en el registro civil donde el familiar del occiso debe cumplir con los siguientes requisitos: certificado médico de defunción, acta de nacimiento del finado, acta de matrimonio del finado, comprobante del familiar del finado, para levantar el acta a decir del oficial del registro civil de Zamora, Penélope Ortega Miranda, se paga una cuota de 21 pesos, de no contar con todos los requisitos el precio les aumenta a 300 pesos.
Por otra parte Ramírez indicó que desde hace 15 años se ha venido a pique la venta de ataúdes dada la competencia desleal que se vive hoy en día “hace quince años llegábamos a vender hasta dos cajas diarias, hoy en día a lo mejor una por semana”.
En cambio, dijo finalmente, a los que si les va bien son a las funerarias que trabajan en asociación con hospitales, ministerios públicos y las mismas ambulancias.
Numeraria
20 funerarias en Zamora
2 en Jacona
50 por ciento de la gente opta por cremación
50 por ciento por inhumación
441 pesos refrendo en primera clase en el panteón municipal de Zamora
210 pesos en segunda clase anual.