MORELIA, Mich.- 13 de agosto.- Agencia ESQUEMA.- Un secuestro y tortura fingidos fue lo que arrojó el resultado de las investigaciones de la Subprocuraduría Regional de Justicia de Zamora, en torno al caso de la doctora del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de quien se decía había sido atacada en aquella ciudad producto de una venganza por una negligencia médica; persona que hizo todo este montaje para llamar la atención de su ex pareja sentimental, según informó en rueda de prensa el procurador de Michoacán, José Martin Godoy Castro.
Como se recordará, la médico fue localizada en una casa abandonada el miércoles 6 del presente mes, siendo hallada encadenada, con heridas cortantes y con cinta canela tapándole los ojos y también enredada en los pies y las manos.
El acontecimiento desató la pronta intervención de la Procuraduría General de Justicia (PGJ), pues éste consternó a la sociedad médica y a los zamoranos, ya que incluso el propio IMSS y los integrantes de su sindicato exigieron a las autoridades ministeriales “dar lo más pronto posible con los responsables de este suceso”, el cual calificaron como una barbarie.
Fue así que el personal de la PGJ se avocó a las indagatorias en torno al tema y durante ellas, en las tres declaraciones que la denunciante rindió ante la representación social, se detectaron contradicciones con respecto a las circunstancias en que supuestamente habrían ocurrido los hechos, reveló José Martin Godoy.
El funcionario detalló: “La profesionista refirió que cuando fue privada de su libertad, fue llevada a un cuarto con paredes de madera y la mantuvieron sedada con jugos e inyecciones, testimonio que no fue acreditado en virtud de que médicamente se descartó que la mujer presentara huellas de venopunción”.
También agregó: “Con relación al dicho de que durante los días de cautiverio le habrían sustraído un feto de 14 semanas de gestación por el área de pubis donde se observó una herida, clínicamente y con el apoyo de ultrasonidos, se demostró que no habría sido posible esta aseveración en virtud de que la mujer nunca estuvo embarazada, que la lesión que presentaba no había llegado a la cavidad del útero y tampoco existe inflamación o laceración del cérvix como secuela de que se le hubiera practicado un legrado vaginal”.
Igualmente, se estableció que la profesionista usó ropa de uno de sus hijos para pasar desapercibida y luego fingir que siempre había traído sus mismas prendas blancas de trabajo, el tiempo que estuvo “secuestrada”.
Asimismo, el dictamen en psicología realizado a la supuesta víctima, determinó que ésta es una persona con trastornos psicológicos, precisó Godoy Castro, quien añadió que inclusive la fémina viajó el 31 de julio pasado a la ciudad de México para comenzar con el plagio fingido y desde allá pedir la ayuda de su ex pareja, a quien por celular le decía que la estaban torturando, momento en que utilizó un tubo de metal y unas navajas de afeitar para hacerse algunas cortadas en las mamas y producirse una incisión en el pubis que luego ella misma suturó.
Fue así que al no cumplirse su propósito, la doctora regresó a Zamora, donde compró una cadena, un candado, un frasco de pintura vinil, cinta canela y una brocha para enseguida dirigirse a una casa abandonada y ahí pintó el mensaje a los ginecólogos, según ella “con la finalidad de espantarlos”, dijo el procurador de la entidad.
En ese lugar, la médico se hizo una herida cortante en un glúteo y con la sangre mancho su pantalón, se amarró los pies, los ojos y la mano izquierda con cinta canela, para después encadenarse a una estructura metálica; finalmente pidió auxilio con los resultados ya conocidos, comentó la subprocuradora Regional de Zamora, Liliana Guadalupe Rosillo Herrera, quien personalmente encabezó todo este trabajo de investigación.