-Necesario que empresarios y ciudadanos impulsen este recinto que sin duda contribuye a abatir niveles de delitos
Elena Rojas, Zamora
El Centro Regional de las Artes de Michoacán (CRAM) contribuye a abatir los niveles de delincuencia. Y es que las actividades artísticas y culturales que en este recinto se realizan son una buena herramienta de combate a esa problemática”, señaló Cecilia Amezola Aguilera, directora del CRAM.
Añadió, “la formación, en el arte y la cultura fortalecen los valores. Contribuye a que los niños y jóvenes no estén pegados a la televisión o a los video-juegos, ni estar en la calle expuestos a riesgos, a actividades tentativamente ilícitas”.
Agregó, “toda la educación basada en la formación de las artes te lleva a una formación integral como un ser humano con valores y con una perspectiva de vida diferente”.
Por ello hizo un llamado al sector empresarial y a la sociedad civil a impulsar el CRAM y apostarle a la cultura, “tenemos un centro completo que pocos ciudades del estado lo tienen. Es un centro con salones de baile profesional, con salones de música equipados con pianos acústicos y eléctricos”.
“Contamos con auditorios, salas de exhibición artística para exposiciones y un teatro para 850 personas, que pocos teatros de la República lo tienen. Volteemos los ojos a este recinto, la sociedad debe darse cuenta que el CRAM es un impulsor de cultura regional, estatal e incluso nacional porque aquí podríamos tener actividades ya formativas, e inclusive de otro nivel y que gente de otros estados viniera a formarse en las artes, lo que traería economía a Zamora y la región”, destacó.
“El CRAM es un tesoro que debemos fortalecer, los ciudadanos, empresarios y profesionistas deben apoyar este proyecto cultural. Ya hemos ido acercándonos con algunas fundaciones y asociaciones civiles en aras de que estas inviertan en el CRAM. Para la gestión de recursos no vamos a limitarnos”, subrayó.
Añadió, “dejemos de ver si el CRAM tiene figura de barco o que no combina con el santuario o el teatro. Sin duda, el Santuario y el teatro tampoco combinan porque son de épocas diferentes y estilos diferentes. El teatro es del Porfiriato y el Santuario es de estilo gótico clásico”.
“Por tanto, si en medio hay un edificio moderno y minimalista, aceptemos que estamos en una diversidad de culturas, que en lugar de criticar, aportemos y lo veamos como un atractivo cultural importante e interesante y que sin duda si le apostamos al CRAM detonaremos la economía de Zamora”, mencionó.
“Son tres tipos de edificios de diferentes épocas construidos en un mismo lugar y que cada uno tiene su propia función y su propia proyección que a los zamoranos nos puede dar mucho más beneficio que únicamente criticar esta construcción”, finalizó.
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10 años o más tiene el CRAM