Oscar De La Rosa, Zamora
“La bandera amarilla en Zamora es sinónimo de que no se debe bajar la guardia a un año de que comenzaron los casos de COVID en el municipio. Si la gente no dimensiona el peligro al que todavía estamos expuestos, seguramente tendremos un escenario complejo en los próximos meses ante la falta de prevención”, puntualizó Pavel García Morales, jefe de la jurisdicción sanitaria 2.
Comentó que un gran riesgo son las vacaciones de Semana Santa que están próximas, porque si las personas no hacen lo necesario por usar cubrebocas y mantenerse en casa, se puede desbordar la situación de nueva cuenta, el hecho de que se haya comenzado a vacunar a los adultos mayores no significa que ya se haya acabado el problema del COVID.
“Solo se protege un sector de la población, pero los demás siguen expuestos a que se puedan contagiar y que un integrante de la familia pueda tener una dificultad de salud, así como el hecho de que alguien se pueda volver a contagiar dentro del núcleo del hogar porque se han dado casos de reinfecciones”, explicó.
Comentó que la bandera amarilla puede seguir si no se obedecen las recomendaciones sanitarias, por eso las personas no deben abarrotar lugares y olvidarse de las medidas que se supone deben haber aprendido a estas alturas, por lo que no se ha descartado la posibilidad de una nueva oleada de contagios, que no depende de una política o intervención de una autoridad, sino de la voluntad propia de participación de la población.
Finalmente agregó que el escenario más complejo puede presentarse dentro de 3 meses, porque se puede combinar COVID con dengue y es por ello que han comenzado a intensificar los trabajos para prevenir la enfermedad ocasionada por el mosquito aedes aegypti a través de la eliminación de criaderos.