José Luis Ceja Guerra
No, no es el invento de una mente maquiavélica que pretenda romper la armonía perredista de la Ciénega, la fractura de los grupos del PRD en los municipios comarcanos es una realidad que sólo los que la protagonizan no alcanzan a ver.
Desde las recriminaciones en lo corto por los resultados de los procesos electorales de noviembre del 2011 y julio del 2012 y hasta las rencillas por cuestiones ideológicas pero sobre todo económicas, el Partido de la Revolución Democrática atraviesa la peor de sus crisis previo a los procesos de renovación de dirigencia estatal y municipales.
Son conocidas las diferencias entre el comité municipal del PRD de Sahuayo y el primer regidor de izquierda de este municipio Jesús González Ayala, lo mismo que los motivos de este distanciamiento, tristemente el conflicto se remite a cuestión de dineros, dineros que no aporta el regidor de manera estatutaria al comité sólo porque el comité municipal no ha pagado al regidor la renta de la oficina en un edificio propiedad de González Ayala.
El tema de las rencillas va más allá pues en rueda de prensa Ricardo Silva Huitrón, presidente del comité municipal del PRD en Sahuayo oficializó lo que era un secreto a voces: la derrota de Sinaí Álvarez, ex candidato a la diputación federal por el cuarto distrito de Jiquilpan tuvo como origen las diferencias que a nivel personal se dieron entre el dirigente y el candidato quien, de acuerdo Silva Huitrón, acusó a los perredistas sahuayenses de ser simuladores toda vez que su propaganda no había sido repartida en el municipio de Sahuayo a lo que replicó el dirigente local que dicha propaganda no se entregó debido a que en ella no se plasmaba la imagen del candidato suplente Jesús Cervantes, originario de Sahuayo y ex aspirante al gobierno municipal de la llamada capital económica de la Ciénega.
Pero la molestia por las derrotas electorales de la izquierda en Sahuayo llegó al extremo cuando en un arrebato el regidor sahuayense declaró persona non grata en el comité municipal al actual presidente del comité estatl Víctor Báez Ceja al que clasificó como parte de una raza canina conocida por atacar a sus propietarios.
En el marco de la reciente visita a la ciudad de Jiquilpan del virtual Senador de la República Raúl Morón Orozco quedó claro que el gusanito de la gubernatura se anida todavía en el corazón del político ya que el discurso ofrecido ante militantes de esta región giró más sobre la preparación del proceso electoral del 2015, en el planteó la urgencia de recuperar el gobierno del estado, que sobre la agenda legislativa en la Cámara Alta del Congreso de la Unión.
Para ello y dada la tendencia de la izquierda michoacana a realizar elecciones internas que las más de las veces degeneran en desbandadas de militantes todo parece indicar que, como marca el librito, Morón Orozco, inició ya el proceso de apoyo a cada uno de los aspirantes de la Alianza por la Unidad Democrática que buscan la dirigencia municipal en sus respectivas ciudades.
“Con la Iglesia hemos topado”
Dicen que de buenas intenciones está empedrado el camino al infierno y que no hagas cosas buenas que parezcan malas, en este sentido todo parece indicar que en la intención de aplicar la ley, el cabildo de Sahuayo se ha metido en un berenjenal.
Y es que luego de las afectaciones a la vialidad y a los comercios del centro de la ciudad por la realización de kermeses, el cabildo acordó el 25 de mayo pasado no otorgar más permisos para este tipo de verbenas populares en la plaza principal, pero en este municipio desde hace 50 años que la comunidad religiosa Comboniana acostumbra realizar su kermes en el mes de septiembre, por lo que a través de diversos actores políticos y sociales ha intentado que cabildo dé marcha atrás a este acuerdo.
El problema es que, ahora, si cabildo recula se sentará el precedente de que a través de la presión cualquier decisión del colegiado puede ser echada por tierra y si se mantiene tendrá que asumir el costo de esta decisión que necesariamente tendrá que político.
Pero ya algunos regidores que no han soportado la presión han salido a filtrar que el acuerdo de la discordia no fue por unanimidad y que hubo algunos cuya postura fue la de permitir la realización de esta verbena.
Para el sahuayense sólo hay dos cosa que pueden estar por encima de la ley: su libertad plena para hacer lo que le venga en gana y la iglesia, en ese orden de importancia.