José Luis Ceja Guerra
¿Qué les costaba?…
Si bien es cierto que en muchas ocasiones en este espacio se ha criticado la actuación de los integrantes del Cabildo de Jiquilpan, justo es reconocer ahora la prueba de madurez política mostrada por algunos de sus integrantes en el dictamen final del caso Totolán en el que se ha evitado una confrontación entre los habitantes de esta comuna.
La decisión, aunque fuera en votación dividida, de ratificar al nuevo jefe de tenencia de esta comunidad es muestra de que no todos los regidores pueden ser medidos con la misma vara, pues mientras unos optaron por ceder ante la lógica otros lo hicieron para alargar este conflicto que amenazaba con convertirse en un conflicto social que ponía en riesgo la integridad física de los habitantes de San Martín Totolán.
Genio y figura…
Lo cierto es que la región de la Ciénega es pródiga en materia de liderazgos y grupos de poder pero de manera específica es en Jiquilpan donde estos grupos adquieren poses que ponen en evidencia una serie de intereses mezquinos envueltos en una burda careta de apoyo y preocupación social.
Era sabido que la reunión convocada de manera conjunta entre la alcaldía de Jiquilpan, el Comité de Pueblos Mágicos y el legislador federal Salvador Romero para conformar el Consejo Coordinador de Pueblo Mágico, además de este fin, serviría también a modo de pasarela de vanidades de los grupos políticos y grupos de poder (no son necesariamente los mismos) a los que se había convocado a exponer propuestas para potenciar el desarrollo económico y social de Jiquilpan a partir de este nombramiento.
Pero fieles a su costumbre estos grupos aprovecharon este foro para atacarse sin piedad, para quejarse y la mayoría de los casos para exhibir su nula capacidad de sumarse a trabajos o proyectos que, gracias al Creador, no encabezan ellos.
Fueron patéticas la mayoría de las participaciones en las que se escuchó de todo: desde demandas de renuncia de integrantes del Comité de Pueblo Mágico hasta quejas contra la administración local porque no se habían concluido los trabajos iniciados desde el final de la administración anterior pasando también por la disertación sin sentido de algún comunicador local.
Pero en fin esto de aprovechar los espacios y foros generados a costa de otros para externar filias y fobias se le da muy bien a la clase política jiquilpense y máxime cuando los gastos de organización y logística corren a cargo de otras personas.
También es cierto…
Es entendible la postura asumida por el alcalde de Sahuayo Francisco Sánchez ante la no asignación de recursos por parte del Coordinador de los diputados federales priistas de Michoacán para este municipio; es también justo que, a nombre de sus gobernados, levante la voz y reclame.
Pero también es cierto que lo dicho por el Diputado Salvador Romero en el sentido de que la diputada Blanca Villaseñor y el diputado Alfredo Anaya, ambos oriundos de Sahuayo asignarían recursos a su municipio de origen, Blanca Villaseñor asignó ya 10 millones de pesos para pavimentaciones, dos millones más de los que se le asignaron a Jiquilpan en este mismo rubro.
Pero una verdad incontrovertible es que durante los últimos 9 años por una u otra razón el municipio de Jiquilpan quedó fuera de la asignación de recursos por parte de los diputados federales y, como dice la raza, el municipio aguantó vara.
Está claro que al menos los equipos de trabajo tanto del Presidente de Sahuayo como del legislador federal están pensando ya en el próximo proceso electoral tanto el federal como el estatal sin embargo el camino es todavía largo y en éste podrían aparecer factores con los que no se ha contado todavía y que ya empiezan a aparecer por el rumbo de Cotija al menos en el camino a la próxima legislatura federal.