COTIJA, Mich.-02 de Junio.-Agencia ESQUEMA.- Luego de una ardua investigación, elementos de la Policía Ministerial de Los Reyes lograron el esclarecimiento de un atroz crimen, en el cual un joven fue desmembrado por sus amigos de parranda, después de una riña que tuvo con ellos a raíz de que supuestamente les robó un celular.
Como fruto de las primeras pesquisas, los representantes de la ley capturaron a uno de los culpables, hay dos prófugos.
Todo comenzó el sábado pasado, cuando el papá del ahora occiso llegó a las oficinas de los agentes investigadores, a quienes les dijo que había recibido una llamada anónima donde le indicaban que su hijo estaba inhumado clandestinamente en una casa de la colonia El Arenal, en esta ciudad de Cotija.
El hombre a su vez, narró a los elementos policiales que a principios del mes pasado su descendiente había desaparecido, quien respondía en vida al nombre de Jesús Mejía Ochoa, de 18 años de edad, hechos que denunció en su momento, integrándose el acta circunstanciada número 005/2013-ll.
Por lo anterior, los oficiales de la Ministerial se avocaron a indagar y se trasladaron a la vivienda 51, de la calle Juan Álvarez, del citado asentamiento El Arenal.
Fue así que entre las rendijas de unas tablas observaron que en el suelo había una prominencia de tierra y el ambiente era envuelto por un olor fétido.
De esta manera, de forma discreta los uniformados esperaron a que alguien llegara a la casa y al observar que se acercaba quien al parecer era el inquilino lo interceptaron, éste dijo llamarse José “X”, alias “El Popo”, de 18 años de edad.
Al entrevistar al sospechoso y después de varias contradicciones, éste mencionó a los policías ministeriales que conoció a la víctima hace dos años en un billar y les comentó que en mayo pasado acudió al bar La Luz Roja, de esta población junto con el hoy finado y dos sujetos más, donde estuvieron tomando cerveza hasta la madrugada.
Después explicó que se retiraron a su residencia, en el 51 de la calle Juan Álvarez donde siguieron con la pachanga y decidieron fumar marihuana hasta quedarse dormidos.
El ahora indiciado dijo también que a la mañana siguiente Jesús Mejía les expresó que ya se iba a retirar a su casa, pero que uno de los individuos que estaba presente comenzó a decir que le faltaba su celular y entre El Popo y sus cómplices revisaron al hoy infortunado, a quien presuntamente le hallaron el teléfono móvil.
El Popo agregó que esta situación les causó mucha molestia por lo cual golpearon brutalmente a Mejía Ochoa hasta dejarlo inconsciente, para después ahorcarlo con un cinturón hasta privarlo de la existencia.
Consecutivamente, los tres supuestos criminales acordaron enterrar a Jesús en la misma recámara donde todo ocurrió, pero José “X” se fue a trabajar y dejó a sus compinches solos en su hogar.
Al día siguiente, el presunto homicida regresó a su domicilio y encontró un pedazo de cartón tirado en el suelo, totalmente lleno de sangre y a un lado vio tirada una pierna humana, así como dos machetes. La víctima había sido descuartizada por sus otros dos ejecutores.
Acto seguido, cavó un hoyo con una pala en uno de los cuartos de la vivienda y después quemó el cartón lleno de líquido hemático “para no levantar sospechas”.
Luego de unos días, El Popo otra vez se encontró con uno de sus cómplices, quien le dijo que entre él y el otro sujeto habían destazado a Jesús, que el tronco de su cuerpo lo habían enterrado en una habitación, las extremidades en el patio de servicio y que en el cartón le habían dejado “un regalito” para que el también participara en el entierro.
Fue así que con la captura del presunto asesino, la Ministerial de Los Reyes resolvió este infame homicidio y ahora será el juez de la causa, quien definirá la situación legal del inculpado y determine así si queda libre o no. Asimismo se espera que los otros dos sujetos caigan pronto en las manos de la justicia.