-Comunidad escolar, ejidatarios y alcalde, piden esclarecer irregularidades en construcción del edificio
-Harán frente ciudadano para defender el “no cierre” de la institución
Oscar de la Rosa, Tangancícuaro
Está en riesgo de desaparecer la extensión de la Facultad de Medicina de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) asentada en la comunidad de Gómez Farías en este municipio, debido que Salvador Jara Guerrero, rector de la máxima casa de estudios, aparentemente pretende truncar la carrera en el 2º año de estudios para que los estudiantes del plantel educativo estén obligados a acudir a efectuar sus clases en la capital del estado y culminar su carrera profesional.
Lo anterior representaría un gasto importante para los jóvenes en cuestión de comida, hospedaje y pago de los estudios, “lamentamos lo que sucede en relación a esta determinación de la rectoría, porque es truncar la carrera y los planes que tienen los estudiantes para titularse como médicos; no entendemos por qué sucede esta situación si siempre hemos sido cumplidos en lo que respecta al calendario escolar y vamos a exigir que se respete el derecho a la educación de los jóvenes de la región”, puntualizó Héctor Padilla Aguirre, director de la extensión de la Facultad de Medicina.
Molesto, en conferencia de prensa celebrada en el plantel educativo, agregó que de lo contrario habrán sido en vano varios años de esfuerzo, inversión y donación de terrenos por parte de los ejidatarios de este municipio para contar con ese espacio.
Subrayó que es ilógico que la UMSNH pretenda concentrar a los alumnos de la extensión de Medicina de Tangancícuaro en Morelia, cuando ya no existe espacio para que los educandos desempeñen sus prácticas en el campo clínico, debido a que los hospitales de la capital michoacana se encuentran saturados de pasantes y residentes de medicina, que también son estudiantes de otras universidades particulares.
También pidió hacer un esclarecimiento con respecto al destino de recursos para la construcción del complejo universitario, porque existe un aparente desvío de los mismos, debido a que no fueron utilizadas al 100 por ciento las 23 hectáreas donadas por ejidatarios de Tangancícuaro para la construcción del edificio, en donde además del edificio de medicina, quedarían ubicadas otras carreras relacionadas con ciencias de la salud, nutrición, odontología y enfermería.
“No es posible que en dos administraciones estatales no haya podido ser terminada la obra; lo que nos causa desconcierto es porque aparece como concluida en el último informe anual de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (SCOP) y en la Coordinación de Planeación y Desarrollo del estado (CPLADE), cuando la situación real es que los trabajos están en obra negra; los responsables tienen que afrontar su conducta con los ciudadanos, dónde quedaron los recursos para esas acciones y dar la cara, porque ya estaba etiquetada esa partida”, concluyó.