Guillermo Ríos, Zamora
Con el objetivo de recordar viejos tiempos y compartir experiencias del también llamado “Deporte Ráfaga”, basquetbolistas contemporáneos de Zamora y La Región tuvieron la oportunidad de jugar un encuentro amistoso de Basquetbol contra su similar de Arandas, Jalisco.
Cabe señalar que independientemente del resultado, el motivo principal fue la convivencia, la comunión, el deseo de tener la oportunidad de botar el esférico dentro de una cancha, el sentir la adrenalina de pivotear, de ganar rebotes, de saltar bajo la canasta y por supuesto de intentar disparos de tres puntos.
A invitación formal por parte de los Maestros de Arandas, el combinado de basquetbolistas, tuvieron que prepararse en un par de meses para tener el dominio del balón, para ir familiarizándose con el sistema de juego de cada quien; de calentar el cuerpo, de pedirle permiso a sus rodillas y de rezar más de alguna vez para evitar algún calambre o simplemente alguna lesión.
Una vez pactado el encuentro y con toda la actitud posible, los amigos Contemporáneos, se dispusieron a cumplir con el reto de ir a la hermana ciudad de Arandas, Jalisco para demostrarse a si mismos el buen juego que dominaron en alguna etapa de su vida, y que gracias a ellos pudieron disfrutar de varias glorias de su municipio y de su estado.
El encuentro se dio en la Unidad Deportiva “Gustavo Díaz Ordaz”; el partido dio inicio a las 12:15 del mediodía, donde se jugaron 4 cuartos de 10 minutos cada uno; en el primer cuarto lo gano y lo dominó el equipo de Basquetbol Contemporáneo 17 a 11.
El segundo lo vuelven a ganar los contemporáneos 10 a 8; pero ya para el tercer periodo, donde las articulaciones comienzas a pedir clemencia y reposo, los de Zamora y La Región tienen un descontrol y los compañeros de Arandas lo aprovechan y ganan el tercer cuarto 8 a 22.
Dando sorpresivamente la vuelta al score, ya en el último cuarto el técnico y jugador Aristeo Plascencia de los contemporáneos da unas indicaciones y hace algunos cambios de jugadores dando el resultado deseado, pero por fortuna de los locales el tiempo en el cronómetro no les alcanzaba.
Al final la pizarra quedó 61 a 54 a favor de los locales. Después los anfitriones ofrecieron a sus invitados de honor unas botanas y una rica Barbacoa típica de ese lugar; posteriormente se pactó pagar la visita para Zamora.