- Nuestro estado se consolida dentro de los cinco mejores productores de maíz, trigo y sorgo de México.
Morelia
El secretario de Desarrollo Rural, Ramón Cano Vega, informó que históricamente Michoacán ha sido un buen productor de granos; y que la actual administración, está ocupada en aplicar los avances tecnológicos en los fertilizantes, herbicidas, plaguicidas o agroquímicos, biofertilizantes y las semillas mejoradas.
“Ahora es tiempo de voltear la vista a la agricultura de precisión, la mecanización y la informática; en cada caso, se debe explorar el probable impacto de las tecnologías citadas con relación a los centros de acopio, tal y como lo están haciendo ya los países que más producen granos”, enfatizó Cano Vega.
La importancia de aplicar las nuevas tecnologías radica en que al comienzo del siglo XX, la agricultura suministraba alimentos para una población mundial del orden de los 1.2 mil millones de personas mientras que hoy lo hace para cerca de 7.1 mil millones. Dada la tasa de crecimiento en el mundo, para el 2020 se espera una población cercana a los 8 mil millones. Algunas proyecciones indican que deberá incrementarse la producción mundial de maíz, soya y trigo en alrededor de 700 millones de toneladas para el citado año 2020, por lo que la globalización, implica también la especialización.
Cada vez es más fuerte la corriente de compradores demandantes de productos con especificaciones particulares, y Michoacán no puede permanecer ajeno a ello, deberemos prepararnos para producir lo que cada “nicho” nacional y mundial de mercado esté dispuesto a pagar.
Las innovaciones tecnológicas pueden ser analizadas desde diversas ópticas, ya sea en función de sus efectos asociados al incremento de los rendimientos, a la conservación de los suelos, al cuidado del medio ambiente, a la reducción de los costos, etc. Considerando su naturaleza, las tecnologías que impactan sobre la producción agrícola pueden ser:
Las biológicas, que están hoy centradas en las semillas mejoradas; agroquímicas, agrupadas en los fertilizantes, herbicidas, insecticidas y fungicidas; y las mecánicas, que se enfocan hacia la eficiencia de los equipos, la mayor versatilidad de uso y capacidad de trabajo, la incorporación de la electrónica, la informática y la seguridad para el operador y la irrigación.
Mediante el uso de las tecnologías citadas, se perfeccionan las estrategias para el manejo de los cultivos, destacándose actualmente los esfuerzos en el incremento de la productividad asociada a la conservación y la sostenibilidad, cuya expresión máxima es la fertilización balanceada y la agricultura de precisión mediante el uso de información satelital, de sensores remotos y aplicación de los sistemas de información geográfica.
El responsable de la Sedru puntualizó que “Individualmente o combinadas, estas innovaciones impactan sobre diversos aspectos del sistema productivo, ya sea en la ocupación de mano de obra, en el tiempo libre disponible, en la estructura agraria y en las superficies destinadas a cada actividad, también impactan sobre la oportunidad, calidad y cantidad de los granos producidos”.
La evolución del rendimiento de los principales cultivos de granos en Michoacán
Michoacán se ha mantenido como el cuarto mejor productor de maíz de México, sólo por debajo de Sinaloa, Jalisco y Estado de México, siendo el ciclo 2011-2012 su mejor año al producir un millón 801 mil 965 toneladas, en una superficie sembrada de 481 mil 600 hectáreas, lo cual determinó una derrama económica de 7 mil 015 millones 796 mil 400 pesos.
Siendo los municipios de Maravatío con 72 mil 598 toneladas, Zacapu con 71 mil 690 y Vista Hermosa con 66 mil, los grandes productores en el estado.
En cuanto a la producción de sorgo, nuestro estado se instaló por primera vez en su historia en el ciclo 2011-2012, como el tercer mejor productor de México, sólo por debajo de Tamaulipas y Guanajuato, con 713 mil 878 toneladas, en una superficie sembrada de 130 mil 789 hectáreas, lo que representó 2 mil 584 millones 451 mil 010 pesos.
Los municipios más importantes en producción de este grano son Puruándiro, Tepalcatepec y José Sixtos Verduzco con 89 mil 440, 60 mil 746 y 52 mil 200 toneladas respectivamente.
Finalmente, Michoacán pese a las contingencias climatológicas logró permanecer dentro de los cinco productores más importantes de trigo del país, sólo por debajo de Sonora, Baja California, Guanajuato y Tlaxcala, con una producción de 108 mil 951 toneladas, en una superficie sembrada de 23 mil 700 hectáreas, lo que se traduce en 404 millones 347 mil 220 pesos.
Ecuandureo es el municipio más importante en la producción de este grano con 8 mil toneladas, seguido de Penjamillo y Vista Hermosa con 7 mil 955 y 7 mil 308 respectivamente.
“Si bien es cierto que los dos factores externos que determinan la variabilidad en los rendimientos anuales de los cultivos son el clima y las existencias de agua, tanto la Sedru como a la Delegación de Sagarpa en el estado, tenemos claro que con relación a los fertilizantes, biofertilizantes y las semillas mejoradas su uso explica en gran medida los incrementos de los rendimientos en estos cultivos, por lo que trabajamos para incrementar cada vez más recursos para estos programas”, puntualizó Cano Vega.
La agricultura de precisión consiste en “un conjunto de prácticas agrícolas utilizadas para identificar y registrar la variabilidad de ciertos parámetros agronómicos como la humedad, dentro de un mismo terreno, con esta información se determinan las mezclas y/o dosis de los insumos, posicionándolos en el lote acorde a la necesidad de un nivel de productividad prevista; y tendremos que tener presente esta tecnología en Michoacán”.
La agricultura de precisión utiliza información satelital GPS (Sistema de Posicionamiento Global), cuya señal es provista por un sistema de satélites y recepcionada por instrumental instalado a bordo de la máquina.
La agricultura en nuestro estado tiene por delante un gran desafío para desarrollar las herramientas necesarias destinadas a aplicar este tipo de manejo en los cultivos, ya no se utilizará un manejo homogéneo del terreno a través del “promedio” de los parámetros agronómicos como se hace ahora, sino que las decisiones estarán definidas por la información puntual provista por estos nuevos sistemas.
Las máquinas sembradoras, fertilizadoras y pulverizadoras tendrán que ser adaptadas a las exigencias y modalidades de aplicación de los insumos en correspondencia con las nuevas estrategias de manejo de los cultivos.
El aumento en el ancho de labor de los equipos, incrementa significativamente la capacidad de trabajo, lo que se traduce en cambios de la oportunidad para realizar las tareas agrícolas; un mismo productor no solo puede aumentar la superficie que trabaja, sino que también puede concentrar, en períodos más cortos, la recolección de su cosecha.
“Visualizar los eventuales cambios futuros será fundamental para quienes estamos involucrados en las diferentes etapas del proceso productivo, los intereses particulares asociados a la política, a la economía e incluso a la ética están presentes en todas estas cuestiones, sea cual fuere el camino, es responsabilidad y compromiso de todos estar atentos a esta evolución” finalizó Ramón Cano Vega.