Noé Ortiz
Ayer ocurrió lo que ha sido, hasta hoy, la mejor presentación de los candidatos a la presidencia de México, en el que escucharon los justificados reclamos en boca de Javier Sicilia como cabeza de diferentes organizaciones civiles no partidistas, además de toparse con la visión que mantiene, mantenemos, ciudadanos interesados en la política y en el país, pero ajenos y hartos de los partidos políticos, en un ejercicio llamado Diálogos por la Paz (#DialogosxlaPaz en Twitter).
El encuentro celebrado en el Castillo de Chapultepec no fue trasmitido por televisión, lo que viene a darle la razón a otro grupo que ha tiendo presencia importante en este proceso electoral, #YOSOY132 que inició precisamente reclamando esta falta de apertura informativa en los medios masivos, especialmente Televisa y TV Azteca, quienes sin duda ofrecen el mismo espacio a cada candidato, sin que eso signifique que ofrezcan la información que necesita la gente para tomar su decisión.
Sicilia les espetó a cada uno de los 3 (también participó Quadri, pero vamos, ¡es Quadri!) que ninguno atiende al ciudadano, por lo que sus proyectos de gobierno son sólo proyecciones de la limitada visión que cada uno tiene, mutilada además por los compromisos políticos con los que llegan: Josefina con Horcasitas, Peña con Marín y AMLO con Bartlett, (eso se los dijo claramente el poeta), por lo que el gobierno que encabezarán responderá a ese interés y a esa visión, totalmente ajena a lo que los ciudadanos necesitamos.
Dos movimientos que van convergiendo en el mismo sitio: los partidos políticos no representan a la sociedad, los candidatos sólo asumen como proyecto lo que emana de sus intereses y las elecciones, siguen siendo sólo una manera de garantizar que el poder se mantenga entre los mismos sin preocuparse por representar a la gente.
Y como mal chiste en precuela, el fin de semana el IFE invitando a los jóvenes de #YOSOY132 a expresar sus inconformidades a través del voto, ¿en serio los consejeros no entienden que ese es precisamente el problema?, dicen en sus comerciales que no votar es no participar en el futuro de nuestro país, pero olvidan aclarar que aunque votemos, nuestra voz no es tomada en cuenta.
Las inconformidades y manifestaciones comienzan a coincidir en que nuestro sistema electoral está agotado, y si no hay cambios pronto, terminará por asfixiarnos.