José Guerra, Jiquilpan
Estancada la ganadería regional derivado de los altos costos de producción y la reducción del mercado en la zona Ciénega de acuerdo a productores de esta región quienes destacaron que la gran problemática se centra básicamente en que en el contexto regional solamente pueden vender su producción al gobierno federal o a los procesadores de quesos.
“Sabemos que el precio de compra de Liconsa está regulado por los diputados y desgraciadamente el precio de los compradores independientes se guía por los precios de Liconsa” dijo Manuel Barrera de la ganadera local quien señaló que al igual que el precio de la leche, el Congreso de la Unión debiera regular los precios de los forrajes y los combustibles que se han significado como uno de los grandes flagelos de esta actividad.
“El precio de producción que tenemos nosotros es de casi 5 pesos por litro y con lo que nos están pagando tenemos una ganancia de apenas 40 o 60 centavos por litro cuando le vendemos a los procesadores, cuando le vendemos a Liconsa el precio varía por los incentivos”.
Derivado de esto, dijo, se ha registrado una reducción en el hato ganadero de este municipio y de la región en general lo que ha ocasionado la pérdida de empleos en tareas como pastoreo y ordeña.
Esto, dijo, se mantendrá así en tanto no se implementen las medidas gubernamentales que aseguren la rentabilidad de esta actividad o al menos que las pérdidas registradas puedan ser subsidiadas por el gobierno.
Destacó que existe también la intención de generar un movimiento ganadero que concientice al gobierno para frenar el ingreso de leche en polvo.